lunes, 22 de noviembre de 2010

Otro de los Talleres de Lectura

Sábado 20 de noviembre. Santiago preparado. Los chicos llegan. Una intención: compartir y convivir en un reducido espacio que se agiganta cuando las voluntades son colectivas. Proyectar una actividad que tiene que ver más con un futuro digno que una distracción momentánea. Sostener la convicción de que cultura se forja entre todos, la "Popu" no es para "bajar" cultura, sino para recopilarla, organizarla, difundirla y defenderla. Las oportunidades de aprendizaje son infinitas en la diversidad. Las muestras de solidaridad son profundas. Las chicas estudiantes de la agrupación "EducaciónParaLaLiberación" así lo constatan cada sábado que casi madrugan para llegar hasta la Villa La Vaquita Echada, recoger los chicos, casa por casa y acompañarlos en la larga caminata de más de veinte cuadras hasta la biblioteca.

Los corazones se fusionan en una sola propuesta: convivir alrededor de los libros y las nuevas tecnologías. Porque no nos creemos todos los cuentos y porque estamos dispuestos a construir nuevos, con esta juventud nueva, que no tiene nada que ver con la juventud adormercida o anesteciada que nos hicieron creer tiene esta Argentina. Porque hay otra juventud que le pone el alma a proyectos como estos, donde hay niños que no tienen nada mas ni nada menos que toda la esperanza por un futuro mejor.



 Cuando llegan a la biblioteca es una fiesta. Y quisiéramos tener una mesa y sillas para todos, pero eso es lo menos importante, o sí. Porque no se pueden cumplir todos los objetivos cuando hay que estar muy atentos a que por esa vereda pasan los bondys. El suelo es el espacio donde nos acomodamos, no hay posibilidades de escribir porque no hay donde asentar el papel y tampoco donde asentar la mesa. Es una biblioteca en un garage.

 Los chicos y nosotros igual, resistimos, no le tenemos miedo a la intemperie, ni al frio que tuvimos en agosto cuando arrancaron los talleres, ni la llovizna fina... ahí estamos, firmes, como desde hace quince años, para que los que quieran oir que oigan, para los que quieran creer que crean. Dales un libros y les das la oportunidad de ser libres. El maestro Paulo Freire lo gritó a los cuatro vientos y muchos no le creyeron. Nosotros sí, a pesar del garage. Cuando nos preguntan : ¿y para qué la biblioteca popular? Y para esto: para sostener una convicción: leer nos libera. Aprender a leer un mundo es aprender a volver a escribirlo, a construirlo, de acuerdo con nuestras propias demandas y creencias. Por eso estamos, por eso seguimos, por eso dejamos de estar en otros espacios, por eso y por mucho más, los invitamos a involucrarse en cada proyecto de biblioteca popular donde se reconozcan cercanos, identificados, incluidos. De Usuahia a La Quiaca, donde hay una biblioteca popular, hay esperanza. Ayudanos a sostener este proyecto ciudadano y libertario. Conocenos.
Compartimos un retazo, momentos de distención en medio del taller cuando los coordinadores aprovechan a planificar, proyectar más acciones. Y los duendecillos, pequeños invasores lleno de ternura, hacen su trabajo: se apropian del espacio y comienzan a sentirlo como suyo. Para ellos trabajamos, para ellos esperamos el proyecto mayor: el edificio propio.
http://www.youtube.com/watch?v=37-iMUFJeds

Sonia Yulán

1 comentario:

  1. Hermoso y siempre conmovedor ver los niñ@s con ganas de aprender desde otros lugares!
    Saludos!

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